viernes, 4 de marzo de 2011

Nuestra casa

Nuestra casa quedó vacía,
paralizada, agonizando,
casi sin vida.
Tus cosas en su lugar,
embriagada de tristeza,
tu foto sobre la mesa
con tu sonrisa de niña
reflejaba la alegría
que en su momento vivías,
y tu perfume de reina,
que aromaba todo el cuarto,
yo lo tengo dentro de mí
aunque te hayas marchado.
Me asomo por la ventana,
y veo el jazmín que plantaste,
que mira desconsolado
buscándote en el jardín,
y me da pena mirarlo
porque me acuerdo de ti.

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